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Shortly after we married, Betty and I returned home. This was probably on the same trip where things got testy with my mother. 

When I was eight and my sister, Felicia, was six, all four children got very sick with measles. Felicia didn't recover like the rest of us.

No one expected Felicia to live, but she did. She became violently ill. She was in a coma for about ten days with an extremely high fever.

When she woke, she had lost everything mentally. She had been brilliant but no longer. She even had to be potty trained again. She would never progress above a ten to twelve-year-old mentality.

When Felicia came out of the coma, she saw our mother but didn't recognize her. She did know the dress and asked our mother what she was doing wearing her mother's dress.

My parents put me in charge of teaching Felicia to read and write. I felt forced to take her everywhere with me. I was not too fond of it at the time because I was just a kid and everyone looked at us.

I grew up taking care of Felicia. We were very close. 

When I married Betty, it made Felicia very sad. Arriving at my parent's home with Betty, mom instructed me to find Felicia and help her understand what was happening.

I sat on the back steps of the house with her. She said she didn't understand how I could marry someone else. Felicia thought I was supposed to marry her. 

I explained that we were brother and sister and it wasn't right for us to be married. She finally understood. 

Like everyone who knows Betty, she grew to love Betty very much, but it took her a while to do so. 

Since I was a preacher, Felicia liked to help me. She would tell me that she had studied the Bible about David, for example. She had learned to read and write but in a very childish form.

Then she would tell me I could use it the next time I preached. She would tell the story of David something like this. "David was the son of Jesse. David killed the giant Goliath. David was God's man."

She wrote out her story in cursive writing. Felicia would be proud of her Bible story. 

She crocheted, knitted, did needlepoint, cross stitched, and made toilet seat covers and potholders on her little loom. She gave them to everyone she knew.

Felicia loved God all of her life. When I was pastoring a church, Felicia would often yell at people who passed her at church and ask. Do you know who I am? I am his sister. 

So not only did I have a jealous mother, but my sister had problems with Betty too.

I truly believe that God used Felicia to teach me to work with people. It was humbling and challenging, but it was something I needed over all the years.

Think about how God puts people in your life that He will use to teach you. My sister Felicia taught me plenty of things. I learned how to deal with hurting people. I didn't always handle things well. I would get frustrated and say or do something that I shouldn't. 

I challenge you to see everything that is going on around you as a God thing. Every little thing and every big thing is God maturing and preparing you to do and be all that He has for you. He is at work. He is moving in your life. 

It might seem like a coincidence. It may seem inconvenient, but God is moving, and you should take advantage of it.

Get the whole story

Betty, the love of my life

The Call

Hay Day of my Life

"The bro zone!" Like a brother

A Giant Heart

The tractor ride

Never Really Dated!

Shocked & Surprised

Good News

Finding an acorn

Scared my dad!

Send that hillbilly hiking

Who's chasing who?

Betty meets my grandmother

The longest summer ever

Reckless Redneck

Honeymoon

Separated for the first time

We are going to make it

Our first ministry

We needed a mentor

A Mother's Jealousy

Poco después de casarnos, Betty y yo regresamos a casa. Esto fue probablemente en el mismo viaje donde las cosas se pusieron irritables con mi madre.

Cuando yo tenía ocho años y mi hermana Felicia tenía seis, los cuatro niños se enfermaron gravemente de sarampión. Felicia no se recuperó como el resto de nosotros.

Nadie esperaba que Felicia viviera, pero lo hizo. Ella se enfermó mucho. Estuvo en coma durante unos diez días con fiebre extremadamente alta.

Cuando despertó, lo había perdido todo mentalmente. Había sido brillante pero ya no. Incluso tuvo que volver a aprender a ir al baño. Ella nunca progresaría por encima de una mentalidad de diez a doce años.

Cuando Felicia salió del coma, vio a nuestra madre pero no la reconoció. Ella reconoció el vestido y le preguntó a nuestra madre qué estaba haciendo con el vestido de su madre.

Mis padres me pusieron a cargo de enseñarle a Felicia a leer y escribir. Me sentí obligado a llevarla a todas partes conmigo. No me gustaba demasiado en ese momento porque era solo un niño y todos nos miraban.

Crecí cuidando a Felicia. Éramos muy cercanos.

Cuando me casé con Betty, Felicia se puso muy triste. Al llegar a la casa de mis padres con Betty, mamá me indicó que buscara a Felicia y la ayudara a comprender lo que estaba sucediendo.

Me senté en los escalones traseros de la casa con ella. Dijo que no entendía cómo podía casarme con otra persona. Felicia pensó que se suponía que debía casarme con ella.

Le expliqué que éramos hermano y hermana y que no estaba bien que nos casáramos. Ella finalmente entendió.

Como todos los que conocen a Betty, llegó a amar mucho a Betty, pero le tomó un tiempo hacerlo.

Como yo era predicador, a Felicia le gustaba ayudarme. Me decía que había estudiado la Biblia sobre David, por ejemplo. Había aprendido a leer y escribir pero de una forma muy infantil.

Luego me decía que podía usarlo la próxima vez que predicara. Ella contaría la historia de David algo como esto. "David era el hijo de Isaí. David mató al gigante Goliat. David era un hombre de Dios".

Ella escribió su historia en letra corrida. Felicia estaba orgullosa de su historia bíblica.

Ella tejía a crochet, tejía, hacía punto cruz y fabricaba tapas de inodoros y agarraderas en su pequeño telar. Se los dio a todos los que conocía.

Felicia amó a Dios toda su vida. Cuando estaba pastoreando una iglesia, Felicia a menudo les gritaba a las personas que se cruzaban con ella en la iglesia y les preguntaba. ¿Sabes quién soy? soy su hermana

Así que no solo tenía una madre celosa, sino que mi hermana también tenía problemas con Betty.

Realmente creo que Dios usó a Felicia para enseñarme a trabajar con la gente. Fue una lección de humildad y un desafío, pero fue algo que necesité a lo largo de todos los años.

Piensa en cómo Dios pone personas en tu vida que Él usará para enseñarte. Mi hermana Felicia me enseñó muchas cosas. Aprendí a tratar con las personas que sufren. No siempre manejé bien las cosas. Me frustraba y decía o hacía algo que no debería.

Te desafío a que veas todo lo que sucede a tu alrededor como algo de Dios. Cada pequeña cosa y cada gran cosa es Dios madurando y preparándote para hacer y ser todo lo que Él tiene para ti. Él está trabajando. Él se está moviendo en tu vida.

Puede parecer una coincidencia. Puede parecer inconveniente, pero Dios se está moviendo y debes aprovecharlo.