Thrills and pain of being a dad
Rejoice at the chance to be a parent. It is one of God's greatest gifts.
versión en español a continuación
Being a dad brought more pleasure and joy to my life than I can ever explain. I became a dad at 20, just 16 days before I turned 21.
Having our baby was just as natural as you can imagine. Betty was always the most incredible mom. We were a family.
Chris was a central part of our lives. He went everywhere we were, from youth retreats to church to outings with our friends.
We left the church in Alabama and moved to Decatur, Georgia. I had to get a secular job for the first time in a while. A man in the church was in charge of delivering L'eggs Panty Hose. He employed me immediately.
You want to talk about the laughs. I would go into a store and tell them I had their delivery of L'eggs Panty Hose. They would say why are you delivering the pantyhose. In the TV commercial, the beautiful girls are always driving the truck, and here we are, stuck with you.
While I drove for L'eggs, I knew it wouldn't be enough to take care of my family. I made deliveries to all sorts of businesses. In each, I would ask if they were hiring.
One day I was in a large grocery store called Big Star. I asked if they were hiring butchers or meat cutters. I had friends that were meat cutters that could get a job immediately anywhere they went.
I had dressed in a "suit and tie" when I applied. After filling out the application, the store manager interviewed me. He wanted to know why I wanted to be a butcher. I explained that it was a trade that would serve me well for getting good-paying jobs.
He said he was the store manager and made better money than the butcher. Why wasn't I applying for management? I laughed. I was 22 years old.
He hired me to train for management. He made me work in every part of the store, from cleaning the floors, stocking the shelves, and being a cashier.
I worked long hours. It was the first time I had skipped church for work since I did once as a teen. Betty went to church carrying our son. I was often working on Sunday nights and Wednesday nights. My lack of faithfulness shocked Betty, of course.
One evening while I was working, Chris sat on the counter while his mother mixed up some cookies. These were the days before car seat belts, bike helmets on kids, and all the safety stuff.
Betty had turned, and Chris, less than a year old, tumbled off head first to a concrete floor. When I finally saw him, I thought his eye was out of the socket.
Betty got a ride to the ER. She finally got in touch with me at the store. I went to meet them. Of course, we only had one car.
I looked at my son. His eye was sticking out of his head. He was bleeding. I was dying inside. I was learning how hard it was to be a dad.
I prayed and prayed that God would take care of him. I prayed that he wouldn't lose his eye. I begged God to take away his pain and the danger and put them on me. As a parent, you know exactly what I was feeling.
Being a dad hurts. It hurts a lot. Love hurts a lot. Years later, we would find out that Chris had type 1 diabetes. That will come in a later story, but the pain of seeing your son have diabetes was also enough to kill me.
Chris was traveling with me. He was probably 16 years old. We were in West Virginia, I believe. He was ready to take his shot for the evening. He was so skinny.
He pulled his pants down to give himself a shot in the thigh. I was working and didn't want him to know I was watching. He stabbed himself with the needle. He winced. Blood shot straight up into the air when he pulled out the needle.
I couldn't handle it, but I had to fake it. I said it still hurts sometimes, doesn't it, bud? He had been taking a minimum of four shots a day for over two years.
He said yes, sir. It still hurts sometimes, and he tried to play it off. Oh, how I hurt to see my son hurt.
Being a dad is one of the most beautiful gifts God ever gives us. The joy outweighs the pain by a long shot, but it still hurts.
When we see our children making bad decisions that hurt their lives, it scares us, parents, to death. We do not want our children to make the same mistakes we did. We were stupid.
Some lessons for you to consider.
Rejoice at the chance to be a parent. It is one of God's greatest gifts.
Know that you must raise the children God gives you for His honor and glory.
Set the right example for them to follow.
Love them even when they mess up.
One friend of mine told me that he knew grace before he knew the Bible because of the grace his parents had shown him. He serves God today but gave them fits for a long time. Let's be grace-filled parents.
Children love and honor your parents. You mean the world to them.
Get the whole story
The Call 2
"The bro zone!" Like a brother 4
A Giant Heart 5
The tractor ride 6
Never Really Dated! 7
Shocked & Surprised 8
Good News 9
Finding an acorn 10
Scared my dad! 11
Send that hillbilly hiking 12
Who's chasing who? 13
Betty meets my grandmother 14
Reckless Redneck 16
Honeymoon 17
Separated for the first time 18
We are going to make it 19
A Mother's Jealousy 22
My sister wanted to marry me 23
Holidays as a Married Couple 24
"Baby Fever" Hits 25
We held Willie B. at gunpoint till the cops arrived 28
God's Calling on our Lives 31
First Attempts at Soul Winning Evangelism 32
Proud Dad 33
A Tale of Mice and Women 38
A daughter is born 40
Ser padre trajo más placer y alegría a mi vida de lo que jamás podría explicar. Me convertí en papá a los 20, solo 16 días antes de cumplir 21.
Tener a nuestro bebé fue tan natural como te puedes imaginar. Betty siempre fue la mamá más increíble. Éramos una familia.
Chris era una parte central de nuestras vidas. Iba a todas partes donde estábamos, desde retiros juveniles hasta a la iglesia y a salidas con nuestros amigos.
Dejamos la iglesia en Alabama y nos mudamos a Decatur, Georgia. Tuve que conseguir un trabajo secular por primera vez en mucho tiempo. Un hombre en la iglesia fue el encargado de entregar L'eggs Panty Hose (pantimedias). Me contrató de inmediato.
Quieres hablar de las burlas. Iba a una tienda y les decía que tenía su entrega de L'eggs Panty Hose. Dirían por qué estás tú entregando las pantimedias. En el comercial de televisión, las hermosas chicas siempre conducen el camión, y aquí estamos, atrapados contigo.
Mientras conducía para L'eggs, sabía que no sería suficiente para cuidar de mi familia. Hice entregas a todo tipo de negocios. En cada uno preguntaba si estaban contratando.
Un día estaba en una gran tienda de comestibles llamada Big Star. Pregunté si estaban contratando carniceros o cortadores de carne. Tenía amigos que eran cortadores de carne que podían conseguir un trabajo de inmediato en cualquier lugar al que fueran.
Me había vestido con un "traje y corbata" cuando presenté la solicitud. Después de llenar la solicitud, el gerente de la tienda me entrevistó. Quería saber por qué yo quería ser carnicero. Le expliqué que era un oficio que me serviría para conseguir trabajos bien pagados.
Dijo que era el gerente de la tienda y ganaba más dinero que el carnicero. ¿Por qué no estaba aplicando para la gerencia? Me reí. Yo tenía 22 años.
Me contrató para capacitarme para la gerencia. Me hizo trabajar en cada parte de la tienda, desde limpiar los pisos, llenar los estantes y ser cajero.
Trabajé muchas horas. Era la primera vez que faltaba a la iglesia por trabajo desde que lo hice una vez cuando era adolescente. Betty fue a la iglesia cargando a nuestro hijo. A menudo trabajaba los domingos por la noche y los miércoles por la noche. Mi falta de fidelidad sorprendió a Betty, por supuesto.
Una noche, mientras trabajaba, Chris estaba sentado en el mostrador mientras su madre preparaba algunas galletas. Estos fueron los días antes de los cinturones de seguridad de los automóviles, los cascos de bicicleta en los niños y todas las cosas de seguridad.
Betty se había dado la vuelta y Chris, de menos de un año, cayó de cabeza al suelo de concreto. Cuando finalmente lo vi, pensé que su ojo estaba fuera de lugar.
Betty consiguió que la llevaran a la sala de emergencias. Finalmente se puso en contacto conmigo en la tienda. Fui para estar con ellos. Por supuesto, solo teníamos un carro.
Miré a mi hijo. Su ojo sobresalía de su cabeza. Estaba sangrando. Yo estaba muriendo por dentro. Estaba aprendiendo lo difícil que era ser padre.
Oré y oré para que Dios lo cuidara. Oré para que no perdiera el ojo. Le rogué a Dios que le quitara el dolor y el peligro y me los pusiera a mí. Como padre, sabes exactamente lo que estaba sintiendo.
Ser papá duele. Duele mucho. El amor duele mucho. Años más tarde, nos enteraríamos de que Chris tenía diabetes tipo 1. Eso vendrá en una historia posterior, pero el dolor de ver a tu hijo con diabetes también fue suficiente para matarme.
Chris viajaba conmigo. Probablemente tenía 16 años. Estábamos en West Virginia, creo. Estaba listo para ponerse su inyección por la noche. Era tan flaco.
Se bajó los pantalones para darse una inyección en el muslo. Estaba trabajando y no quería que él supiera que yo estaba mirándolo. Se apuñaló a sí mismo con la aguja. Hizo una mueca. La sangre salió disparada hacia arriba en el aire cuando sacó la aguja.
No pude aguantarlo, pero tuve que fingir. Le dije, todavía duele a veces, ¿no, amigo? Había estado tomando un mínimo de cuatro inyecciones al día durante más de dos años.
Dijo, sí, señor. Todavía duele a veces, y trató de disimular. Ay, cómo me duele ver a mi hijo lastimado.
Ser papá es uno de los regalos más hermosos que Dios nos ha dado. La alegría supera al dolor por mucho, pero aún duele.
Cuando vemos a nuestros hijos tomando malas decisiones que dañan sus vidas, nos asusta a los padres, como no te imaginas. No queremos que nuestros hijos cometan los mismos errores que nosotros. Éramos estúpidos.
Algunas lecciones para que las consideres.
Regocíjate por la oportunidad de ser padre. Es uno de los mayores regalos de Dios.
Debes saber que tienes que criar a los hijos que Dios te da para Su honra y gloria.
Establece el ejemplo correcto para que lo sigan.
Ámalos incluso cuando se equivoquen.
Un amigo mío me dijo que conoció la gracia antes de conocer de la Biblia debido a la gracia que sus padres le habían mostrado. Él sirve a Dios hoy en día pero les dio problemas durante mucho tiempo a sus padres. Seamos padres llenos de gracia.
Niños amen y honren a sus padres. Eres su mundo para ellos.
